¡La importancia del ejercicio en el correcto funcionamiento de la micr – manzatovital
¡La importancia del ejercicio en el correcto funcionamiento de la microbiota intestinal!
¡La importancia del ejercicio en el correcto funcionamiento de la microbiota intestinal!

 

El ejercicio físico tiene la capacidad de inducir cambios favorables en el ambiente y composición bacteriana del tracto gastrointestinal. En diferentes dosis e intensidades,el ejercicio es perfecto para modificar la composición y biodiversidad bacteriana.

Desde hace muchos años el ejercicio es capaz de mejorar la condición física, y está demostrado que mejora la condición de vida y es una herramienta indispensable para el tratamiento y prevención de patologías.


El ejercicio trae consigo múltiples beneficios a la salud humana, uno de los últimos beneficios atribuidos es la capacidad de promover cambios en la composición de microorganismos que subsisten junto con el ser humano a lo largo de toda su vida.

Las evidencias indican que los individuos que realizan actividad física de forma cotidiana alcanzan una mayor diversidad de microorganismos intestinales que los individuos que son físicamente inactivos o sedentarios (Gubert et al., 2020). Hallazgos como los de Donati Zeppa et al. (2019), indican que el ejercicio físico actúa de forma independiente a la dieta, y tiene una relación positiva con la modulación de la microbiota, aumentando la diversidad bacteriana y el equilibrio entre las comunidades de bacterias beneficiosas y patógenas.

Los sujetos activos presentan una mayor diversidad microbiana.


Qué y cuánto ejercicio hacer?


Cuanto mayor es el nivel de actividad física y de capacidad aeróbica mejor es la diversidad y composición bacteriana.
El ejercicio aeróbico de intensidad moderada, mantenido en el tiempo, ha demostrado contribuir positivamente en la composición de la microbiota intestinal.
Por ejemplo realizar entre 150-300 minutos de actividad de intensidad moderada como caminar, correr, nadar, bailar,etc. todas aquellas actividades que impliquen un aumento de la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria.

Respecto al entrenamiento de fuerza y la microbiota, la OMS recomienda realizar unas 2 veces por semana.

El ejercicio físico presenta grandes efectos en la salud intestinal y contribuye en la prevención primaria de diversas patologías. Es bien sabido que realizarlo de manera regular es capaz por sí solo de traer múltiples beneficios en la salud, como por ejemplo en la prevención y desarrollo de enfermedades crónicas, mejorar al aptitud cardiovascular, disminución del porcentaje de grasa corporal, incremento de la funciones neuromusculares, entre otros.

El ejercicio físico demostró generar cambios sutiles y positivos en la composición y diversidad de la microbiota intestinal. Encontrando así, que el incremento de algunos géneros bacterianos ayuda a la disminución del tejido adiposo, disminuir el colesterol LDL, aportar efectos antiinflamatorios, contribuir al metabolismo de los lípidos y prevenir el cáncer de colon.

Existe una mayor evidencia respecto a que la actividad física y sobretodo el ejercicio de moderada intensidad, están asociados a la efectos positivos en patologías gastrointestinales, específicamente sobre el Reflujo, enfermedad inflamatoria intestinal e intestino irritable. El ejercicio recomendado es entre el 40-60% del VO2máx y se define como aquel ejercicio aeróbico (bicicleta, caminata, natación, baile, entre otros) que se realiza a una intensidad moderada.

El ejercicio debe ser recomendado y por los profesionales de la salud en el manejo de pacientes que presenten enfermedades gastrointestinales. Sin duda, un manejo multidiciplinario que abarque estrategias no farmacológicas individualizadas permitiría mejorar la respuesta terapéutica y con ello la calidad de vida de estos pacientes, mejorando su microbiota intestinal y su salud en general.


Referencias:



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Barton, W., Penney, N. C., Cronin, O., Garcia-Perez, I., Molloy, M. G., Holmes, E., Shanahan, F., Cotter, P. D., & O’Sullivan, O. (2017). The microbiome of professional athletes differs from that of more sedentary subjects in composition and particularly at the functional metabolic level. Gut, gutjnl-2016. https://doi.org/10.1136/gutjnl-2016-313627

Boran, P., Baris, H., Kepenekli, E., Erzik, C., Soysal, A., & Dinh, D. (2019). The impact of vitamin B12 deficiency on infant gut microbiota. Eur J Pediatr 179, 385-393. Doi: 10.1007/s00431-019-03517-2



Q. Wang, K.Q. Xu, X.R. Qin, Wen-Lu, Yan-Liu, X.Y. Wang.

Asociación entre la actividad física y el riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal: un metanálisis.

Dig Liver Dis, 48 (2016), pp. 1425-1431

http://dx.doi.org/10.1016/j.dld.2016.08.129Medline





EFECTOS DEL EJERCICIO EN ENFERMEDADES DEL TUBO DIGESTIVO | Revista Médica Clínica Las Condes (elsevier.es)



Ortiz-Alvarez, Lourdes, Xu, Huiwen Martinez-Tellez, Borja. Influence of Exercise on the Human Gut Microbiota of Healthy Adults: A Systematic Review, Clinical and Translational Gastroenterology: February 2020 – Volumen 11

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